Creo que no me equivoco al decir que prácticamente todas sabemos lo qué es que los pies nos estropeen una jornada laboral o de ocio. Notarlos recalentados o tener durezas suelen ser dos de los problemas que más acusamos, así como la sensación de piernas cansadas también nos produce mucha pesadez y malestar. Callos, juanetes y hongos se suman igualmente a esta lista de molestias que dañan por igual estética y salud.
Actualmente, tanto perfumerías como farmacias y parafarmacias cuentan con numerosas marcas que ofrecen multitud de cuidados para pies y piernas cansadas. A veces son tantos que hasta cuesta decidirse por el más adecuado. Para ello, es fundamental que primero identifiques bien cuál es tu problema concreto, ya que en algunos casos necesitarás hidratación, en otras eliminar durezas y pieles muertas, o a veces bastará con bálsamos relajantes para que recuperes el bienestar.
Del mismo modo, estos problemas pueden ser puntuales y debidos a causas concretas, como una caminata prolongada, un calzado inadecuado o las altas temperaturas, especialmente al llegar la primavera. Otros problemas son crónicos y pueden mantenerse en el tiempo o reaparecer de un modo intermitente. En casos de sequedad, grietas y durezas, bastará con que sigas unos buenos hábitos de exfoliación e hidratación durante todo el año. Puedes acudir ocasionalmente a hacerte la pedicura y mantenerla en casa con una piedra pómez que retarde la aparición de durezas y una buena crema hidratante que te permita lucir siempre unos pies suaves.
De cualquier manera, hay problemas que conviene que sean vistos por un médico especialista. Algunos callos deben ser eliminados por podólogos, y no por esteticistas ni pedicuras. Además, hay juanetes que deberán pasar primero por un reumatólogo que te oriente cuáles son los cuidados que les debes otorgar. Para los hongos hay tratamientos específicos que deberá recomendarte el médico o farmacéutico, aunque sus resultados son bastante tardíos, por ello es conveniente que vigiles mucho su prevención.