Cada vez somos más conscientes de que debemos prestar gran atención al cuidado de nuestra piel. Para conseguirlo, no sólo debemos utilizar cremas hidratantes o con diferentes efectos para cada piel, sino que también existen cosméticos para maquillarnos cuidando la salud de nuestro cutis.
Es el caso del maquillaje mineral, una alternativa saludable con un producto hecho a base de minerales y pigmentos puros que prescinde de aditivos que pueden resultar perjudiciales para nuestra piel como el aceite mineral, el talco, el almidón, perfumes para modificar su aroma o colores artificiales, entre otros, que sí que incluyen los maquillajes tradicionales.
Este tipo de maquillaje de poca constitución química permite que nuestra piel respire mejor gracias a su ligereza (no suele ser demasiado denso, sino en polvo) y a sus ingredientes más bien naturales, además de proteger nuestra piel del sol gracias al factor SPF que contienen y de evitar la obstrucción de los poros y la aparición del acné. Además, es fácilmente extensible y favorece una buena cobertura sobre el rostro, a la vez que también es muy fácil de retirar.
Para aplicarlo debes colocar sobre la tapa del botecito o sobre tu mano una cantidad moderada de polvos, coger una brocha ancha de cerdas cortas y aplicarlo sobre el rostro haciendo movimientos circulares y evitando los excesos de producto en cualquier parte de tu cara. Si crees que te hace falta más repite el proceso; si tras aplicarlo te ves exagerada puedes quitarlo simplemente lavando la cara con agua. Fácil, ¿no crees?
Puedes encontrar maquillaje mineral en casi todas las marcas punteras del mundo de la cosmética, entre ellas Clinique, L’Oréal, Maybelline, Max Factor, MAC, Vichy e incluso en la línea propia de Sephora.
Las únicas desventajas que podremos encontrarle son un precio algo superior y una menor variedad de tonalidades que en el resto de maquillajes.