Aprender a maquillarse correctamente no es sólo cuestión de maña, sino también de saber elegir inicialmente qué tipo de maquillaje es el que mejor se va a adaptar a ti. De nada sirve dominar una técnica si no te favorece en absoluto, por muy bien que sepas realizarla y que incluso tus amigas te pidan que las maquilles a ellas. El gusto y el estilo son factores a tener en cuenta para que siempre aciertes con tu look.
Independientemente de que este año la gran tendencia en maquillaje es la naturalidad que te otorga el nude, hay mujeres de piel muy clara que siempre deberán decantarse por este estilo, al menos en lo que a tono de piel se refiere, puesto que nada queda peor que el exceso de color en un cutis de estas características. Pero no te preocupes, no por ello vas a resultar menos atractiva.
La clave está en mantener la neutralidad de tu tono y aprender de qué manera destacar el resto de rasgos, y siempre teniendo en cuenta que el colorete final será ese toque mágico que te permitirá aportar un poquito más de fuerza gracias al bonito efecto que causa el rubor. Si lo que quieres es destacar los ojos, piensa que hay infinidad de técnicas que te ayudarán a hacerlo y sin necesidad de apostar por colores llamativos, con los que conseguirás llamar la atención, pero no siempre del mejor modo.
Una buena opción es apostar por una paleta cromática que se mueva dentro de una misma gama, personalmente me encanta la de los marrones y beige, puesto que desde el delineado de ojos hasta el iluminador, pasando por el difuminado del párpado móvil, tienes la oportunidad de conseguir una mirada atractiva y cautivadora que consiga mantener la armonía de tu tono de piel.