Para poder levantarnos con un buen aspecto y que la piel esté sana y cuidada es muy importante que trabaje por la noche. Los cuidados nocturnos son fundamentales para que el rostro tenga una apariencia joven y saludable durante más tiempo, y es que es en este rato de inactividad cuando llega más cantidad de oxígeno a las células y la regeneración de los tejidos es más rápida, combatiendo así las agresiones que ha podido padecer a lo largo del día.
Limpieza
Ante todo, debes acostarte con la piel limpia para quitar todos los restos de maquillaje, impurezas y toxinas acumuladas durante toda la jornada. Después, puedes darte un tónico para calmar y refrescar tu rostro, elige el que sea más adecuado para tu tipo de piel. También te prepara para el tratamiento que le darás después.
Hidratación
Una vez limpia la cara, toca hidratar. Hay cremas especialmente formuladas para la noche, que son diferentes a las que te puedas aplicar por la mañana, con extra de vitaminas A, C, E o retinol, entre otros ingredientes. Estas cremas están más indicadas para reparar y nutrir, las de día son para proteger e hidratar, aunque las de la noche igualmente hidratan y ayudan a que el rostro luzca más elástico y bello al día siguiente.
Aplicación de la crema
Cuando vayas a darte la crema, hazlo con un masaje ligero con la yema de los dedos, así activarás la circulación.
Errores que debes evitar
Algo que hacemos mucho y que se debe evitar es eso de irnos a la cama con la crema recién puesta. Es mejor esperar para que se absorba bien. Y si quieres que tu piel descanse igual de bien que tú para que amanezca radiante, nada de mirar el móvil antes de dormir, pues eso te despejará y no te ayudará a relajarte, por lo que tu rostro se verá apagado y con menos vida.