Cada vez son más las mujeres que toman conciencia de la necesidad de cuidar el cutis a diario. Una rutina que incluye limpieza, tonificación e hidratación. Lo que ocurre es que el resto de nuestra piel también demanda una atención que no solemos darle con asiduidad, hasta que llega el verano y pretendemos lucir una piel sedosa y satinada. Esto no será posible si no te acostumbras a realizar los cuidados de belleza corporales básicos.
La limpieza y tonificación diaria en el cuerpo pasa por una buena higiene corporal a la que ayudarás con productos tratantes y accesorios específicos. Es necesario ducharse todos los días y hacerlo con un gel que no dañe tu piel y le aporte un nivel óptimo de hidratación. Puedes aprovechar y alternarlo con otro que ejerce un pequeño efecto exfoliante. De este modo irás eliminando células muertas y evitarás pelitos enquistados.
Sería conveniente que los geles los aplicaras con un guante de crin, esto no solo ayuda a exfoliar, sino que también reactiva el riego sanguíneo. Un breve masaje diario en círculos ascendentes con este accesorio contribuirá en gran medida a eliminar la piel de naranja y evitar una futura celulitis. Para ello, también es fundamental que la temperatura del agua no sea muy elevada, incluso deberías ir bajándola en el último tramo del aclarado y darte unos chorros casi fríos en muslos y senos. Es lo mejor para tonificar los músculos.
A continuación aplícate crema hidratante en todo el cuerpo. No te olvides de las plantas de los pies, rodillas y codos, que son los puntos más susceptibles de sequedad. En cuanto a la depilación, elige el método que menos dañe tu piel, no el que más te dure. Si te repasas de un modo habitual evitarás que ese momento se convierta en una tortura. Como ves, son pequeños detalles que, si los haces durante todo el año, te ayudarán a lucir la tan ansiada piel de seda.