Unos labios bien maquillados son el toque final para conseguir una boca sensual y un aspecto sofisticado. Sin embargo, las ocasiones más especiales para las que nos pintamos los labios son aquellas en las que disfrutaremos de una comida, una cena o de un simple café o refresco, lo que muy posiblemente haga que nuestros labios se encuentren desnudos en un abrir y cerrar de ojos.
Consecuentemente, sólo tendremos dos opciones: dejarlos acabar la noche tal y como están o estar continuamente pendientes de retocarlos, lo que acaba por hacerse pesado tanto para nosotras como para nuestro acompañante.
Si quieres que tu glamour dure más tiempo deberás aprender unos truquitos para conseguir un maquillaje de larga duración para los labios. Toma nota, que habrá sido la última vez que te encuentres con estos problemas.
Aplica en los labios un poco de base de maquillaje de un tono bastante claro; esto servirá para que luego el color se fije mejor sobre ellos. Tras ello debes perfilarlos por el exterior y rellenarlos en la parte interna con un mismo delineador (de tono similar al de la barra de labios que pretendes utilizar) tanto para marcarlos más como para que el color dure más tiempo. Píntalos con el delineador por dentro y luego difumínalo.
Es el momento de aplicar la barra de labios, que preferentemente debe ser de larga duración. Tras pintar tus labios como lo haces siempre, coge un papel y presiona estos contra él para no dejar un exceso de pintura y crear un ‘fondo’ de color en los labios junto con el perfilador y la base.
Ahora ya puedes volver a pintarlos, sin aplicar brillo o gloss puesto que no contribuirán a mantenerlo sino todo lo contrario, pues harán que lo eliminemos más rápidamente.
Evidentemente, no son técnicas milagrosas y posiblemente tengas que volver a retocar el maquillaje alguna vez, pero como mínimo no tendrás que estar continuamente preocupada por tu maquillaje y podrás dedicarte a disfrutar de tus salidas.