Es un hecho que las temperaturas han bajado considerablemente. Entramos de lleno en el otoño padeciendo grados mínimos, propios de los meses de invierno. Una época en la que nuestra piel sufre muchísimo, ya que el sol no es su único enemigo. El viento y las heladas también afectan en gran medida a su estado, especialmente en zonas sensibles, como pueden ser los labios, que además están expuestos durante todo el día.
Este hecho trae consigo que su apariencia se vuelva más opaca, con pielecillas y pequeñas grietas, algo que no solo es antiestético, sino que también causa bastantes molestias. Escozor, sensibilidad ante algunas bebidas y comidas (frías o calientes), y también sensación de quemazón en la zona. Lo peor es cuando pasa de los labios a su contorno, formando incluso postillitas que molestan y no son fáciles de curar.
Por todo ello hoy veremos algunos consejos para proteger los labios del frío, para que puedas evitar llegar a esta situación. En primer lugar, es fundamental que incluyas esta zona en tu rutina diaria de limpieza e hidratación, ya que muchas veces nos ocupamos del rostro y la pasamos por alto. Entre tus productos de belleza nunca puede faltar un tarrito de vaselina o un bálsamo labial, tanto en casa como en el bolso. Esto te permitirá hidratar los labios tantas veces al día como lo necesites, evitando pasar la lengua, un gesto que alivia al momento pero que a la larga provoca más sequedad.
Realízate con cierta frecuencia una exfoliación suave en los labios. Elige un producto ligero y no frotes, masajea. A la hora de maquillarte durante los meses de invierno, es conveniente utilizar labiales hidratantes, ya que los de larga duración o permanentes resecan mucho más. Del mismo modo, cuando te desmaquilles, impregna un algodón con una leche suavecita y masajea sobre los labios, para limpiarlos e hidratarlos a la vez. No retires los labiales “comiéndotelos” o con pañuelos de papel.