Tener un cutis uniforme no siempre es posible. Muchas personas tienen lunares o pecas de forma natural, pero que también aparecen por una carencia de cuidados de la piel o bien por la acción del sol. Sus rayos son además una de las causas de que aparezcan en la piel pigmentaciones irregulares, incluyendo manchas. Y, ¿qué hacer en estos casos? Aquí van unos consejos para cuidar este tipo de pieles.
Consejos
La protección del sol es fundamental durante todo el año para este tipo de pieles y, especialmente, en verano porque los rayos son más perjudiciales e inciden de forma más perpendicular. Y, aunque se esté protegido, es importante evitar la exposición durante las 12.00 y 16.00 horas.
Es clave a su vez protegerse toda la radiación. Es decir, de la UVA porque causa el envejecimiento prematuro de la piel y favorecer el cáncer de piel; la UVB, que provoca quemaduras solares e, incluso, puede producir alteraciones del material genético y las primeras fases del cáncer de piel. También se debe tener precaución con los rayos UVC, que son los más agresivos aunque, de momento, la capa de ozono los absorbe por completo.
La protección igualmente es aconsejable que incluya la luz visible de alta energía HEV o luz azul, que tiene una penetración un 50% mayor que los rayos UVA. Sus efectos son varios: genera estrés oxidativo, acelera el envejecimiento y aumenta la hiperpigmentación.
En el neceser no pueden faltar los productos despigmentantes o antipigmentantes para actuar sobre las acumulaciones de melanina para aclararlas y reducirlas y regular su producción para que no se reactive y aparezcan nuevamente.
Y, finalmente, se deben evitar las lámparas solares o camas de bronceado porque son las principales causas del envejecimiento prematuro, aparte de estar relacionadas con otros daños de la piel e, incluso, enfermedades como el cáncer de piel.
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