El colorete es ese producto que no puede faltar en nuestras rutinas diarias de maquillaje, y es que con un ligero toque en las mejillas nuestro rostro puede cambiar de aspecto inmediatamente, logrando lucir mucho más luminoso y saludable. Nos hace estar más favorecidas y con un aspecto radiante, pero es muy importante que lo apliques correctamente para que el resultado sea el deseado y no algo que nos haga parecer una especie de payaso. Vamos con algunos consejos que te ayudarán usarlo bien.
Según el tipo de piel
Si tu piel es seca es recomendable que utilices colorete en crema. También si quieres lograr un maquillaje suave y ligero. El colorete en polvo es el que se usa más habitualmente, mejor si tienes la piel normal o mixta. Utiliza una brocha apropiada para este cometido. También existe en barra y líquido.
Según el tono de la piel
Para escoger el tono que más te va a favorecer debes tener en cuenta el de tu piel. De este modo, si tu tez es clara los rosados y colores melocotón serán una buena elección. Los oscuros y burdeos favorecen a las pieles rosadas, y a las bronceadas lo que mejor les va a quedar son los coloretes más parecidos al tono natural de la piel, en colores tierra, dorados o marrones.
Cómo aplicar el colorete adecuadamente
Una forma muy fácil y rápida de hacerlo es la siguiente. Lo primero de todo, sonríe. En la manzana de las mejillas pon un poco de producto y difumina desde el hueso hacia la zona del nacimiento del pelo. Pero, cuidado, el colorete también contribuye a matizar y dar forma al rostro, por lo que cada tipo de cara se lo deberá aplicar de una manera diferente. Te recordamos este artículo donde se explica cómo hacerlo teniendo en cuenta esto.