Las melenas extralisas van perdiendo terreno frente a las cabelleras onduladas, y es que esta temporada ir a la última es sinónimo de frente descubierta, ondas en el cabello y mucho volumen.
Sabemos que no es un peinado fácil de conseguir, pues si tu pelo no tiene esta tendencia vas a tener que esforzarte para conseguir el look natural y despreocupado que supone, el peinado ‘despeinado’, vaya. Si tienes el pelo más o menos liso, debes aprovecharlo y no ondular el cabello desde la raíz.
Con el pelo mojado, marca la línea del cabello, aplica una loción para crear ondas en tu cabello y un protector térmico para protegerlo del calor de la plancha; luego seca el pelo recto con un cepillo, ¡pero sin llegar a alisarlo!
Cuando lo hayas secado, distribuye tu cabello en diferentes secciones para poder peinar mechón por mechón, asegurándote de que tienen el mismo tamaño aproximado. Es un rato largo, pero merecerá la pena.
Toma los mechones ordenadamente, comenzando por la parte inferior trasera de la cabeza, y rízalos con una plancha fina para el cabello. Debes mantenerla en ángulo con tu cabeza, enrollar el pelo en ella a partir de la sien y, tras unos segundos, soltarlo. Cuando ya tengas los mechones inferiores puedes peinar los de arriba. Debes hacerlo en este orden para que los mechones superiores no incordien a la hora de peinar el resto del pelo.
Las ondas no deben quedar muy definidas puesto que buscamos un estilo muy natural, así que si te han quedado demasiado rizadas pasa los dedos por el pelo para separar los rizos, dejar los mechones más sueltos y crear el efecto ondulado.
Si crees que no aguantará mucho tiempo, puedes ponerte algún fijador que sea bastante imperceptible y que te ayude a mantenerlo.