Sentirte sexy y sensual hace que generes una inmensa autoconfianza en ti misma y te muestres más segura a la hora de relacionarte con las personas, y, por qué no decirlo, también con los chicos.
Aunque ahora que se acerca San Valentín puedes tener más motivos, no debes esperar a una fecha especial del año para ponerte sexy para tu pareja o para salir con tus amigas… No te pierdas estos consejos y te convertirás en el centro de las miradas.
Una mujer que no se cuida no podrá ser sexy, y es que no importa cómo sea su cabello, la forma de su rostro ni tampoco la de su cuerpo, sino la manera en que sepas mantener todo esto perfecto.
Por eso tu rostro debe estar preparado para la ocasión: limpio de impurezas, hidratado, con las cejas perfectamente marcadas y los labios bien apetitosos.
Los correctores para ocultar imperfecciones, el iluminador para dar luz al rostro y el maquillaje de tu mismo tono de piel serán los básicos, esos fieles cosméticos que siempre utilizas como base antes de realizar cualquier tipo de maquillaje.
Los ojos son la clave, y es que una mirada puede decir más que las propias palabras; comienza aplicando una sombra de ojos muy clarita y discreta como base para todo el párpado y después una de un suave color rosado sobre todo el párpado móvil, haciendo especial incidencia en la zona central.
En la zona del lagrimal, sobre la línea divisoria de párpados (sobre el hueso) y hacia el exterior del ojo deberás aplicar la sombra más oscura, de un intenso color morado o similar.
Da el toque con una doble capa de rimmel sobre las pestañas, especialmente sobre las que se encuentran hacia el final del ojo.
Para acabar, aporta color a tus mejillas con un tono tierra para dar color general y otro rosado algo intenso sobre los pómulos para hacer tu imagen también algo más romántica.
Los colores rosados y toda la gama de rojos tanto en brillo como en mate son el toque final. ¡No habrá quién se te resista!