Acondicionadores para sanear cada tipo de cabello


Para lucir un cabello bonito y brillante debemos brindarle unos cuidados imprescindibles. Entre ellos cabe destacar la importancia de utilizar acondicionadores y mascarillas que nutran y reparen las zonas más dañadas de nuestro pelo, dependiendo de la calidad del mismo:

Fino y con tendencia a graso: su principal problema es el desgaste en las puntas, que hace que los cabellos parezcan aún más finos y descuidado. La mejor solución es utilizar un producto sin aclarado y aplicarlo solo en las puntas después del lavado. Los acondicionadores destinados a los cabellos finos incluyen activos que mejoran el desenredado y dan grosor a las zonas más dañadas. Procura no utilizar muchos productos a la vez, ya que las raíces quedarán apelmazadas.

Grueso y abundante: la escasa secreción de grasa del cuero cabelludo resulta insuficiente para envolver los cabellos y darles flexibilidad y protección. De ahí que estén mates, ásperos y tengan tendencia a encresparse por falta de lípidos en la superficie. Por ello conviene utilizar productos capilares que son ricos en componentes nutritivos como la jojoba, el karité y aceites vegetales. También conviene que sean antiestáticos para facilitar el peinado y dejar el cabello más suave y manejable. Lo mejor para este tipo de cabellos son las mascarillas con aclarado, y conviene aplicarlas de raíz a puntas, mechón a mechón, y masajeándola repetidas veces antes de proceder a su desenredado.

Teñido: el cabello teñido se vuelve más áspero y poroso a causa de los procesos químicos. Necesita acondicionadores con ingredientes reparadores como proteínas hidrolizadas o fragmentadas de trigo y de arroz, para que se depositen en las pequeñas fisuras de la fibra capilar para reestructurar el cabello. Del mismo modo, debes completar su tratamiento con productos protectores del color que eviten que los pigmentos del tinte se oxiden. Para ello deben contener filtros solares, vitamina E y aceite de girasol.

Deja una respuesta