El tono de tu piel es determinante a la hora de elegir el tinte que mejor te sentará, por lo que no debes guiarte únicamente por los colores que más te gustan o que se han puesto a la última esta temporada.
Para las chicas de tez pálida es preferible escoger tonos castaños y rubios, tonos no demasiado oscuros. No obstante, este tipo de chicas pueden estar favorecidas por una amplia gama de colores, a diferencia de las mujeres con otros tonos de piel, aunque no recomendamos el uso del negro o tonos muy oscuros que endurecerán tu expresión.
Si tienes la piel sonrosada, también tienes bastante libertad a la hora de escoger color para tu cabello: si te gustan los tonos claros prueba con el rubio o el pelirrojo, pero si te declinas más por los oscuros te favorecerán los chocolates o coffee.
Las chicas de tez oscura son las que encuentran más limitaciones a la hora de encontrar colores que les sienten bien. En general, debes eliminar la idea de utilizar tonos muy claros como los rubios o castaños claros, y elegir tonos siempre más oscuros que tu piel para contrastar. Si quieres hacerte mechas o reflejos, apunta a las tonalidades rojizas o violetas.
Si tu piel tiene un ligero tono amarillo (cosa que a menudo ocurre a las personas de tez oscura cuando acaba el verano), busca tonos que contrasten como el caoba o tonalidades similares, o variantes del castaño oscuro.
Un consejo que no debes pasar por alto: asegúrate de no mostrar un contraste muy radical entre el tono de tu cabello y el de tus cejas, pues puede resultar muy antiestético.
A partir de estos consejos, está en tu mano decidir qué te apetece hacer; si te apetece, arriesga y decide tú misma si te sientes a gusto con tu nuevo look.