Cutis luminoso después del verano


Después de los meses de sol, la piel del rostro se muestra más seca y apagada, por lo que debemos poner en marcha nuevas rutinas que nos ayuden a recuperar la suavidad y luminosidad perdidas. Más allá de lo favorecedor que pueda resultar el bronceado, hay que tener en cuenta que es más importante el aspecto general que muestra nuestro cutis, y no solamente el moreno que hayamos conseguido.

Lo primero que debes hacer es una exfoliación un poco más profunda que las que hacemos de manera habitual. Es vital eliminar células muertas, ya que en ellas es imposible que se refleje la luz y son las que saturan nuestra piel de esa apariencia áspera tan antiestética. Elige productos adecuados a tu tipo de piel, teniendo especial cuidado si perteneces al grupo de pieles sensibles, ya que podrías producir algún tipo de irritación.

Una vez exfoliada, comienza la rutina diaria. Aquí es donde puedes darle a tu piel un descanso y animarte a limpiar tu cutis con agua micelar o con leches limpiadoras que no necesiten aclarado. Este tipo de productos eliminan igualmente restos de maquillaje y polución, pero no resultan tan agresivas para la piel porque carecen de jabones. Todos los limpiadores que producen espuma jabonosa le van restando luminosidad al cutis, mientras que las limpiadoras dejan la piel limpia, suave y flexible. Completa este gesto siempre con un tónico, conseguirás reequilibrar la piel y aportarle una agradable sensación de frescor.

Utiliza los sérums mañana y noche, es la mejor manera de meterle una doble dosis de tratamiento a la piel, a la vez que potenciarás los efectos de las cremas. Hidrátate todas las mañanas y aplícate una nutritiva cada noche, especialmente en las zonas del rostro que muestren mayor sequedad. Acostúmbrate a usar hidratantes con protección solar, así evitarás la aparición de nuevas manchas que impidan otra vez que tu cutis se muestre luminoso.

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