El acné es un problema bastante común, sobre todo durante la adolescencia. A menudo nos volvemos locas buscando productos que lo eliminen. Nos aconsejan miles de potingues que, aunque en ocasiones funcionan, a veces no son válidos para todo tipo de pieles.
Muchas veces no nos damos cuenta de que lo más sencillo suele ser lo mejor, como en el caso que nos ocupa hoy. El acné se forma por las impurezas que se acumulan en los folículos pilosos, donde se forma el granito. Por eso, en muchos casos solo es necesario lavarnos la cara una o dos veces al día para evitar el problema, siempre y cuando no se trate de un acné excesivo.
El jabón que tienes en casa puede servir para no tener problemas de acné. Es recomendable que sea suave para piel sensible. Además, también podemos encontrar jabones concretos para su tratamiento.
Te recomiendo no utilizar jabones fuertes o abrasivos para lavarte la cara, ya que puede irritar el acné, lo que emporaría aún más la situación. Por otro lado, los jabones a base de aceite pueden contribuir a obstruir los poros.
Lo ideal es lavarte el rostro dos veces al día con el jabón que hayas escogido. Es importante que tengas cuidado de no frotar o irritar la piel Te recomendamos que uses agua tibia para enjuagar la piel. Después, tendrás que secarte suavemente con una toalla.
Para evitar el acné, es recomendable que te laves el rostro lo antes posible después de sudar mucho. Por otro lado, siempre tienes que lavarte la cara hasta el final de la línea del cabello, sobre todo después de usar gorro o sombrero, ya que causan un aumento de la transpiración.