De toda la vida, las mujeres hemos luchado contra las arrugas, una lucha a la que cada vez se unen más hombres. A pesar de que Adolfo Domínguez se hizo célebre con su frase “La arruga es bella”, nosotras siempre respondemos “en mi cara, no”. La cuestión es que siempre digo que no hay que obsesionarse con la estética, y dejar que el tiempo haga su función; pero también es verdad, que muchas veces podemos hacer que sea menos notorio y agresivo. Por ello, hoy te traigo la receta de 3 mascarillas caseras, cuyos ingredientes son fáciles de encontrar en nuestras cocinas de un modo habitual.
– Mascarilla facial de pepino: para elaborarla, necesitarás 2 pepinos, 100 ml. de nata batida, 1 cucharadita de aceite de oliva, otra de arcilla, y otra de miel. Corta el pepino en trozos, pero no le quites ni la piel ni las semillas, y ve colocándolo en el vaso de la batidora. A continuación, añade la nata espesa (que habrás montado previamente), el aceite, la arcilla, y la miel. Bate todo hasta obtener una pasta que quede muy homogénea, la cual guardarás en un recipiente y pondrás a enfriar en la nevera, por un período de media hora.
– Mascarilla de clara de huevo: necesitarás la clara de 1 huevo, 1 cucharadita de miel, y 20 gotas de aceite de almendras. Bate la clara a punto de nieve, una vez alcanzado ese punto, añade la miel y el aceite de almendras, hasta que vayas logrando el reparto equitativo de todos los ingredientes.
– Mascarilla de yogur y tomate: se necesita 1 tomate pequeño y dos cucharadas de yogur natural. Pela el tomate y quítale las semillas, haciendo una especie de puré con lo que resulta de él, a continuación ponlo en un recipiente junto con el yogur, y empieza a mezclar ambos ingredientes, hasta que resulte una pasta homogénea. Notarás que tu piel queda especialmente hidratada, pero no grasa.