Puedes llamarle puntos negros, espinillas, granitos o como quieras, pero el acné es una afección de la piel bien conocida por todos, especialmente cuando pasamos la etapa vital de la pubertad, cuyo cambio hormonal se enseña espectacularmente en nuestro cutis, en el que no paran de aparecer, continuamente, esos molestos síntomas que, además suelen provocar marcas que difícilmente llegaremos a hacer desaparecer.
En ocasiones hablamos de distintos tratamientos, mascarillas, etc., donde os damos consejos para curar o maquillar este tipo de pieles, puedes verlos si introduces la palabra “acné” en nuestro buscador interno. De cualquier modo, el post de hoy va más bien dedicado a su prevención, teniendo en cuenta que entre nuestras lectoras también hay jovencitas que aún no han pasado por esa fase, o que conoces a alguna a quien podrás aconsejar.
En primer lugar, es importantísimo llevar una alimentación sana y muy variada, tratando de evitar la ingesta masiva o continuada de alimentos tan reactivos como el chocolate, chorizo y picantes, puesto que son un verdadero interruptor que pone en marcha la aparición inminente del acné. Del mismo modo, beber mucha agua al día es un modo muy natural de purificar nuestra piel desde su interior.
A pesar de no tener acné de un modo muy presencial, es posible que, de vez en cuando, aparezca en tu rostro algún tipo de espinilla, especialmente en los períodos de menstruación, por ello, es fundamental que limpies tu piel todos los días, pero que evites exfoliarla cuando esos granitos contienen algo de sangre o pus, puesto que aumentarás la infección.
Asimismo, debes dejar que siempre sequen de un modo natural, aunque tarden varios días, ya que la marca que te va a quedar por arrancar una espinilla, te acompañará toda la vida, y cogerá aún más fuerza en los meses de sol. Por último, si tienes la piel grasa, aunque no acneica, no abuses del maquillaje, aunque, si te gusta arreglarte regularmente, procura adquirir productos de maquillaje que no agravan el acné.