El hábito de la limpieza facial comienza por el inevitable paso de eliminar cualquier resto de maquillaje del rostro para dejar la piel limpia y preparada para posteriores tratamientos hidratantes y reparadores.
Sin embargo, existen muchos métodos y productos distintos para desmaquillarse: agua y jabón, lociones, leches desmaquillantes, toallitas húmedas… ¡Solamente tú eres la encargada de decidirte por alguna de ellas!
A continuación te dejamos las más populares para que puedas elegir la que más va contigo en función de algunas características como tu ritmo de vida o las características de tu piel.
– Agua y jabón: Este sistema es fácil y rápido pero no demasiado efectivo, pues no consigue acabar del todo con los restos del maquillaje (piensa por ejemplo en la máscara de pestañas). Aunque para las pieles grasas puede ser un buen astringente para las pieles sensibles y secas puede resultar demasiado agresivo a causa de algunos de sus componentes.
– Leches limpiadoras: Son buenos desmaquillantes, y es que aplicados sobre la piel con la ayuda de un disco de algodón ayudan a limpiarla de una forma efectiva, sin forzar la piel y además hidratándola gracias a su cremosa textura con componentes nutritivos.
– Tónicos y aceites de limpieza: Son ligeros, fáciles de utilizar y efectivos gracias a su textura. Deberás utilizarlos con la ayuda de un disco de algodón, aunque puede que debas utilizar buena cantidad de producto cada vez que te desmaquillas.
– Toallitas desmaquillantes: Son muy prácticas y útiles, especialmente para acabar con la tarea de una forma rápida y efectiva. Sin embargo, a veces no resultan suficientemente esponjosas y suaves y tras varias pasadas pueden llegar a irritar la piel especialmente en la zona alrededor de los ojos (donde más acostumbramos a frotar)… Además, algunos de sus ingredientes hacen que a veces escuezan en las pieles más delicadas.
Y tú, ¿qué método utilizas habitualmente?