Esa agua de limpieza que conocemos como tónico facial es un gran aliado de belleza gracias a sus múltiples y beneficiosas funciones sobre la piel.
No obstante, como ocurre con la mayoría de artículos de cosmética este producto también debe ser escogido por cada persona en función de las características y necesidades de su tipo de piel.
A continuación dejamos un pequeño resumen que te servirá de guía para conseguir el que más se adapte a tus características:
– Normales: Son recomendables los tónicos de base acuosa con ingredientes naturales como el té blanco, pues dejarán una piel más lisa y sedosa además de eliminar residuos e impurezas en tu cutis para conseguir una apariencia más fresca.
– Secas: Cuidado, porque los tónicos se llevan parte del agua del manto hidrolipídico… Utiliza tónicos sin alcohol que no irriten tu piel y no olvides aplicar una crema hidratante después de su uso.
– Mixtas y grasas: Los tónicos astringentes son los mejores aliados para controlar y combatir la suciedad de los poros, el exceso de sebo y la aparición de granitos.
– Con manchas: Una buena idea es apostar por uno de esos tónicos que cuentan entre sus activos con una buena cantidad de vitamina C, conocida por su capacidad de reducir y disimular visualmente las manchas y pequitas (por eso algunas mascarillas con cítricos son buenas para estos casos).
– Todo tipo de pieles: De un modo general y sin complicaciones los mejores tónicos son aquellos que hidratan, refrescan y no crean irritaciones en la piel.
No olvides mirar los ingredientes de los tónicos que compras y de preguntar en tu tienda de cosmética, ¡seguro que pueden echarte una mano!
Si tienes la piel grasa sigue Maquilladas durante los próximos días, pues te contaremos los secretos de algunos de los tónicos caseros más efectivos.