Estudios, trabajo, niños, pareja, tareas del hogar… Las mujeres de hoy en día acostumbramos a tener poco tiempo disponible para dedicar a nosotras mismas, a nuestros cuidados y a esos rituales de belleza que a veces tanto nos relajan.
No obstante, tener un día muy ajetreado no es excusa para no poder dedicar cinco minutos de tus 24 horas a dar unos cuidados básicos a tu piel antes de acostarte, y es que además es por la noche cuando los productos tienen mayor capacidad de actuación en nuestra piel.
Puedes estar segura que un rápido repaso de belleza nocturna no te restará demasiado tiempo y, sin embargo, conseguirá un efecto muy visible sobre tu piel proporcionándole un aspecto mucho más hermoso y saludable.
Te resumimos los cuidados en cinco rápidos pasos… ¡A uno por minuto!
1. Te prohibimos rotundamente acostarte sin eliminar el maquillaje del rostro. Toma un poco de algodón, echa un poco de tu aceite, gel o leche desmaquillante y retira los restos de producto centrándote muy especialmente en la zona de los ojos (donde se concentra una mayor cantidad). Lavar el rostro con agua y jabón reseca muchísimo la piel, por lo que no es recomendable para los cutis más secos.
2. Los tónicos refrescan y calman la piel eliminando definitivamente cualquier resto de producto. Si tu piel es grasa, los tónicos astringentes irán genial para cerrar los poros.
3. Hidratación: El paso anterior puede ser pasable si no tienes tiempo, pero no puedes olvidar jamás el uso de tu crema de noche. No utilices la misma hidratante para todo el día y hazte con una específica para la noche, que contiene más ingredientes activos (antioxidantes, nutritivos, etc.) que actuarán con mayor efectividad sobre tu piel mientras descansas.
Es importante también que la escojas pensando en tu tipo de piel (seca, normal, mixta o grasa) y en los requerimientos de tu edad.
4. Cepillar el cabello no solamente es bueno para eliminar los molestos enredos o los restos de productos sino también para reactivar la circulación sanguínea en la zona y para repartir la grasa natural de la raíz a las puntas protegiendo así la totalidad de nuestro cabello frente a agentes perjudiciales externos.
5. Aplica lociones o aceites hidratantes en otras zonas que también lo necesiten: Manos y pies, cuerpo, labios, etc.