Una piel suavísima, sin rastro de vello y sin un ápice de irritación es el máximo objetivo al que aspiramos las mujeres cuando nos depilamos: Eso es lo que se llama una depilación perfecta y lo demás son tonterías.
Si quieres unos resultados tan efectivos y vistosos como los de esas chicas que anuncian cremas depilatorias en revistas o televisión echa un vistazo a los consejos que te dejamos para utilizar durante todo el proceso desde los pasos más previos hasta los posteriores.
Previamente…
– Evita el calor sobre el cuerpo procedente de cualquier fuente (sol, saunas, agua demasiado caliente, etc.), pues de este modo facilitarás la depilación.
– No te pongas hidratante horas antes, pues con ella muchos sistemas de depilación perderán efectividad a causa de que el vello resultará demasiado resbaladizo (cera, máquinas depilatorias eléctricas, etc.). Si se te ha olvidado intenta paliarlo untándotelas con polvos de talco.
– Espera unas horas después de depilarte para volver a ponerte crema hidratante, pues algunas pueden resultar un tanto agresivas para las pieles más sensibles.
– Si vas a utilizar cremas depilatorias asegúrate de que son aptas para tu piel probándolas antes en un trocito pequeño de tu piel.
Durante la depilación
– Es mejor depilarse bajo una iluminación natural puesto que mostrará mucho más claramente todos los pelillos para que no se te escape ni uno.
– Si te depilas con crema sé responsable y controla el tiempo, pues dejarla más de la cuenta puede suponer una importante irritación de la piel (se ‘quema’).
Posteriormente…
– Justo al acabar utiliza una crema relajante preferiblemente neutra (sin olor), no una hidratante que puede no sentar bien a todas las pieles tras la depilación.
– Exfolia la piel regularmente para evitar el vello enquistado y facilitar su salida.
– Retrasa su aparición con cremas retardantes.
Prueba con estos consejos y pronto notarás los efectos… ¡Suerte!