Como la mayoría hemos comprobado por nosotras mismas, el cabello tiene tendencia a caerse en mayor o menor medida no solamente en función de nuestras características sino también de nuestros hábitos y hasta de la época del año en la que nos encontramos.
En este sentido, el cambio estacional del verano al otoño es uno de esos momentos críticos en los que la caída del cabello nos preocupa más de la cuenta.
Si quieres algunos consejos básicos echa un vistazo a este artículo, ¡no tardarás más de cinco minutos y tu cabello te lo agradecerá!
Después del verano tu melena no solamente se encuentra más seca y castigada sino que además tiene que luchar contra la incipiente caída del cabello. Para superarlo con éxito ten en cuenta lo siguiente:
– Champús: Piensa en tu tipo de cabello (seco, normal o graso) y determina cuál es el producto que más se adapta a tus necesidades. Utiliza los champús y acondicionadores más aptos a tu caso y luego aplica una mascarilla a partir de unos centímetros
de la raíz para suavizar el pelo y no arrancar más pelos a la hora de peinarlo.
– Lavado: Aunque estés acostumbrada a ello no es recomendable lavarlo a diario, sino como máximo unas 3 o 4 veces a la semana. Si tienes algún problema que te lo ensucia con facilidad pon remedios para paliarlo en vez de lavarlo a diario.
– Secador y plancha: Los cabellos más sensibles no resisten demasiado estas altísimas temperaturas, que pueden tener malas consecuencias como ésta. Seca tu cabello con toallas o al natural y utiliza estos aparatos de calor lo mínimo posible.
– Peinados: Elige cepillos de cerdas naturales para peinarte y no hagas peinados demasiado tibantes que rompan el cabello.
– Extra de vitaminas: Si tu caso es un poco extremo puedes tomar algunas pastillas vitamínicas para dar más fuerza y vigor a tu cabello para solucionar el problema (Pilfood, por ejemplo).