Puede que sea por la crisis, o por falta de tiempo, o por no haber dado con el centro de estética que mejor se adapta a ti, pero lo cierto es que cada vez son más las mujeres que optan por depilarse en casa a lo largo del año, y para ello tienen multitud de opciones en el mercado de la cosmética corporal dedicada a métodos de depilación. Esta opción es tan buena y válida como otras tan populares como teñirse en casa, o hacerse la manicura, lo que ocurre es que hay zonas de nuestro que son mucho más sensibles a algunos métodos de lo que podemos imaginar a priori.
Éste es el caso de las axilas, una zona que, personalmente, llevo perfectamente depilada los 12 meses del año, más por higiene que por estética, pero no siempre es válido cualquier método. Cuando nos decantamos por un método de depilación solemos fijarnos en un aspecto que destaca sobre los demás: la duración; y esa duración suele ofrecértela en mayor grado la cera, preferiblemente caliente o tibia. En lo que a las axilas se refiere, debes ser muy cautelosa al declinarte por esta opción, ya que el tiempo que te dure la extracción del vello es lo menos importante.
El tirón que realizas para retirar la cera puede traerte consecuencias desfavorables a la larga, y no visibles, ya que es imprescindible que sujetemos con una mano el pectoral exterior con una mano, mientras que con la otra se procede al tirón. Esta acción es prácticamente imposible si te depilas tú misma, de modo que puedes estar favoreciendo a un descolgamiento interno muscular, y no ser consciente de ello. Por eso, es preferible que te depile otra persona esa zona o que te decantes por otros métodos.
El afeitado con cuchilla siempre deja una sombra negra producida por el corte del vello, es preferible utilizar máquinas depilatorias que arrancan de raíz y evitan ese aspecto tan feo. Si te repasas una vez por semana no te molestarán los tirones y lucirás siempre unas axilas perfectas.