Las cremas y los tratamientos para el rostro son de gran ayuda para prevenir y retardar lo máximo posible la aparición de las arrugas, así como la alimentación y llevar un estilo de vida saludable. Pero también se pueden seguir otros consejos de belleza que son muy útiles y con los que se consigue un efecto lifting en la piel sin tener que pasar por el quirófano ni hacerse tratamientos especializados en centros o clínicas de estética. La clave está en el yoga facial. ¿Cómo se hace? Te contamos lo que puedes hacer para realzar pómulos, frenar la aparición y caída de la papada y suavizar las patas de gallo.
Arrugas
El yoga facial es muy útil para reducir las arruguitas en el contorno de ojos. Es decir, retardar la aparición o bien tensar las llamadas patas de gallo. Sus ejercicios también permiten evitar el párpado caído.
Para ello, solo hay que colocar los dedos índice sobre el arco de cada una de las cejas, teniendo que poner al mismo tiempo los pulgares sobre los pómulos. De esta manera, se forma la letra ‘c’ con los dedos sobre el rostro.
A continuación, se deben abrir los ojos todo lo que se pueda durante cinco segundos para luego cerrarlos. Este movimiento de abrir y cerrar se repite 15 veces.
Pómulos
Otra de las zonas que más preocupa con el paso del tiempo es la caída o falta de definición de los pómulos. Para realzarlos, la clave está en sonreír todo lo que se pueda, mostrando los dientes. Así se tensa toda esta zona. La posición tensada se debe mantener diez segundos, realizando el movimiento cinco veces.
Papada
Y, finalmente, llegamos a la papada. Para frenarla, el ejercicio de yoga facial que mejor funciona consiste en poner el dorso de la mano derecha bajo la barbilla, mientras se apoya el codo sobre la mesa.
A continuación, hay que presionar con la barbilla sobre la mano –como si se empujara-, manteniendo esa postura durante diez segundos. Se hacen cinco repeticiones.
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