Hoy vamos a seguir hablando de ácidos para cuidar la piel del rostro porque se han convertido en productos o bien componentes de cremas y mascarillas indispensables en todo neceser para lucir una piel perfecta. Aunque hay varios ácidos como el hialurónico, glicólico, retinoico, salicílico, azelaico… principalmente podemos hablar de dos grandes tipos. Cada uno tiene sus particularidades que conviene conocer para conseguir los objetivos que se buscan. Además de contarte sus características, también vamos a hablar de las ventajas que se notan en la piel con su aplicación.
Los tipos
Como hemos comentado anteriormente, hay dos tipos de ácidos: alfahidroxiácidos y betahidroxiácidos. Los primeros, es decir los alfahidroxiácidos, se caracterizan porque son los que se emplean para combatir imperfecciones del rostro como, por ejemplo, las manchas. También son muy empleados para combatir las arrugas.
Dentro de este tipo de ácidos, los más habituales que se emplean en cosmética son los ácidos glicólico, láctico, cítrico, mandélico o pirúvico.
Por su parte, el otro tipo, los betahidroxiácidos, igualmente permiten corregir imperfecciones de la piel del rostro. Su acción se centra en cerrar los poros y en unificar el relieve de la piel.
Este tipo de ácidos, que están más indicados para el tratamiento de las pieles grasas, tiene su máximo estandarte en el ácido salicílico.
Beneficios
Aunque cada tipo de ácido actúa sobre una imperfección de la piel, en general sus efectos son comparables. Con la aplicación de este tipo de productos, se nota que la piel se alisa porque van desapareciendo las arruguitas, además de minimizarse las manchas.
También se observa el cierre de poros, notándose de forma generalizada una piel mucho más uniforme en textura y tonalidad. Además, al ser productos que tienen poder exfoliante, el cutis se nota más liso y luminoso.
En aquellos casos en los que se emplea el ácido hialurónico, aún hay más efectos: la piel se ve más hidratada por su gran poder de hidratación. En consecuencia, se luce un aspecto mucho más jugoso.
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