Cuando se llevan gafas, siempre se tiende a pensar si es o no conveniente maquillarse los ojos aplicando sombras. De hecho, muchas veces, se tiende a maquillar en función de la forma y del color de los ojos. Y esto es un error porque puede que haya algún momento en el que tengas que quitarte las gafas. Además, su forma o color o bien la tonalidad de los ojos, no son los únicos factores que debes tener en cuenta a la hora de elegir las sombras. También influye si eres miope, tienes astigmatismo o vista cansada. Y, ¿qué colores favorecen en estos casos? Aquí te damos las pautas.
Miopía
Las personas miopes deben llevar sombras de ojos de color claro porque los cristales que se suelen utilizar en este tipo de gafas son más gruesos y cóncavos, lo que hace que se vean los ojos más pequeños.
De esta manera, las sombras más claras permiten contrarrestar este efecto. Además, también es importante que sean sombras luminosas como el marfil o el coral e, incluso el rosa.
Y, cómo debe hacerse el maquillaje, siempre se tiene que aplicar sin exageraciones y por el párpado móvil, pero subiendo ligeramente hacia el párpado fijo. Y, si quieres delinear el ojo, siempre la línea tiene que ser por fuera.
Astigmatismo y vista cansada
Las personas que tienen astigmatismo o vista cansada es preferible que empleen las sombras de ojos de color mate. La razón no es otra más que los cristales que se emplean en el astigmatismo tienden a agrandar los ojos, por lo que hay que contrarrestar ese efecto.
Los colores mate y los neutros, así como los nude, son una buena opción, siendo preferible utilizar los beige o marrón claro. Además, si se perfila el ojo, en este caso el lápiz tiene que aplicarse por dentro preferentemente y con un trazo muy fino para que, con los cristales, no se vea muy grueso.
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