El trabajo, el hogar, los niños, las compras… Muchas mujeres viven una situación de constante actividad y estrés que les impiden dedicar un mínimo del tiempo diario a cuidarse a ellas mismas.
Sin embargo, todo lo demás no puede hacer que te dejes y olvides cuidar tu cuerpo y tu rostro, pues es algo que te tiene que durar toda la vida y que además será imprescindible para sentirte mejor contigo misma.
Si vives una situación similar comienza a tomar algunos buenos hábitos, ¡solamente necesitas menos de diez minutos al día a dar unos cuidados mínimos a tu piel!
Para ello, antes de empezar debes establecer dos cosas básicas: La primera es un horario fijo para dedicar esos diez minutos necesarios de modo que lo establezcas como una costumbre fija y hasta una obligación contigo misma (después de la ducha matinal o antes de acostarte, por ejemplo), mientras que la segunda es sencillamente establecer un planning con los cuidados básicos que llevarás a cabo en estos minutos.
Aquí te dejamos una buena propuesta de cuidados rápidos y necesarios para tu piel, ¡toma los que más te necesiten!
1 minuto
– Limpieza de cutis: No solamente es necesaria para desmaquillarte, sino para eliminar toda la suciedad y las impurezas que sufre tu piel después de todo el día. Puedes utilizar una crema o leche limpiadora o bien una de esas toallitas húmedas para el rostro.
– Manos: Son una de las partes del cuerpo que más sufren, y es que están en contacto con todo tipo de sustancias y son bastante resistentes se estropean con tanto trajín. Lávalas con agua y jabón e hidrátalas como mínimo una vez al día (después de haber aplicado el resto de cremas).
– Pies: Otro de los grandes mártires que a pesar de ser fundamental es uno de los más maltratados además de uno de los grandes olvidados. En invierno les falta la transpiración y en verano se resecan a causa de estar al descubierto enfrentándose con las altas temperaturas… ¡Solo dedica un minuto a aplicar una crema especial para pies!
2 minutos
– Hidratar el rostro: Con productos específicos para cada zona (contorno de ojos, labios, ojeras, etc.) aplicados mediante suaves toquecitos y con hidratantes para tu tipo de piel aplicados por todo el rostro. Si es por la mañana, no olvides hacerte con algunas de esas hidratantes con protector solar para todo el día.
– Hidratar el cuerpo: Utiliza una leche corporal o similar para hidratar toda tu piel; no cometas el habitual fallo de olvidarte de el cuello, los brazos o los pies, por ejemplo.
– Cejas: Repasa esos pelitos que van apareciendo diariamente y así conseguirás tener un encuadre siempre perfecto para el rostro.