Oímos hablar del acondicionador, y seguramente lo emplees para cuidar tu cabello, pero ¿sabes exactamente para qué funciona y lo estás aplicando correctamente? Hoy vamos a ver algunos consejos encaminados a sacarle todo el partido a este producto que aporta brillo, un extra de hidratación y suavidad. También los hay para proporcionar volumen o para evitar el encrespamiento.
Frecuencia de uso
El tipo de pelo que tengas determinará la frecuencia de uso del acondicionador. Si lo tienes seco deberás usarlo cuando te laves el pelo para que éste luzca más hidratado y nutrido. Si tu cabello es normal te lo puedes poner en las puntas tres o cuatro veces a la semana, y si es graso no te lo apliques demasiado; puedes darte solo en la puntas para facilitar el peinado y evitar los enredones.
Cómo aplicar el acondicionador
Lo primero que tienes que hacer es lavarte la cabeza como haces habitualmente, aclarar bien tu champú y aplicar el acondicionador con el pelo un poco humedecido (quita el exceso de agua con una toalla). Hazlo de abajo a arriba, empezando por las puntas. Haz un ligero masaje, suave, para que los nutrientes penetren bien, y deja actuar según indicaciones del fabricante. Después, aclara y peina tu melena. Si tienes el pelo largo puedes pasarte un peine de púas anchas para que se extienda mejor y toda tu melena quede cubierta.
La cantidad
No te pases con la cantidad de acondicionador que apliques, puesto que solo conseguirás engrasar más tu cabello. Basta con el tamaño de una moneda o dos si tienes mucho pelo. También un pelo grueso absorberá mejor el producto que uno fino.
Acondicionador vs mascarilla
El acondicionador te va a proporcionar un efecto inmediato, y lo puedes usar todos los días según sea tu pelo. La mascarilla ofrece una hidratación más profunda y es adecuada para aplicar de vez en cuando, una vez por semana o cuando notas que tu melena está muy castigada.