Un toque de colorete siempre viene bien, incluso cuando quieras lucir una maquillaje muy natural o incluso con la cara lavada. Este rubor nos dará color e iluminará nuestro rostro, sobre todo si sabemos elegir bien el tono para lograr el efecto deseado. Hoy vamos a ver algunos trucos para aplicar correctamente el rubor en tus mejillas y mostrar un aspecto joven y saludable.
Exfolia tu rostro antes de ponerte el colorete
Para que el colorete te dure más tiempo y obtener un resultado ideal, exfolia tu rostro antes de maquillarte. Así eliminarás células muertas y conseguirás que tu piel tenga un aspecto renovado y muy saludable, lo que repercutirá en que el colorete luzca mucho mejor.
La aplicación
La forma de aplicarlo dependerá de la textura que tenga. Por ejemplo, si es en polvo necesitarás una brocha. La más apropiada para este producto será una de corte biselado para que defina mejor tus pómulos. Y si es en crema puedes hacerlo con la yema de los dedos, aplicando sobre el pómulo y difuminando bien.
Aspecto natural
Lo más importante es conseguir un rubor lo más natural posible, que aporte luz a tu rostro de una forma sencilla pero efectiva. Como si no lo estuvieras usando, incluso. Para ello la elección del color perfecto es fundamental. También el tipo de piel que tengas determinará el formato, puesto que si la tienes grasa el rubor en polvo te durará más y si la tienes seca te favorecerá más uno en crema.
Polvo traslúcido antes del rubor
Sobre todo si tu piel es seca o mixta, es recomendable que apliques los polvos traslúcidos antes de ponerte el colorete, ya que si lo haces después apagarás el brillo y la frescura que aporta a tu rostro. Para aplicarlo el truco está en sonreír. Pon el toque de color en la parte más elevada de las mejillas y difumina hacia las sienes.