Creo que tenemos clara la importancia de exfoliar tu piel y los beneficios que conlleva para tu rostro y tu cuerpo, ¿verdad? Ahora bien, ¿cómo elegir el mejor exfoliante para ello? Hay varias posibilidades y vamos a conocerlas, para que así tengas información suficiente para encontrar el producto más adecuado para tus necesidades y características.
Pieles dañadas
Para pieles con arrugas o dañadas los exfoliantes químicos pueden ser adecuados ya que restablecen esas complicaciones propias del envejecimiento cutáneo. Eso sí, siempre con aplicación profesional por parte de un especialista.
Pieles sensibles
Es mejor evitar los exfoliantes mecánicos en pieles sensibles (los que tienen gránulos, por ejemplo) y también los químicos con polihidroxiácidos. Para este tipo de pieles por ejemplo, van bien los peelings sin ácidos que no irriten ni hagan que la piel se inflame o se enrojezca. En este caso son buenos los de formato crema, que se aplican como una hidratante, se deja actuar y se retira con un suave masaje.
Exfoliante granulado
Son los más habituales y los que seguro conoces. Son buenos para pieles normales, mixas y grasas, y los puedes aplicar unas dos veces por semana para retirar las impurezas de la piel y renovar su aspecto.
Prueba antes de comprar
Es bueno que pruebes el exfoliante en tus manos, por ejemplo, en la zona que queda entre los dedos índice y pulgar, ya que es bastante sensible y puede darte una idea de cómo reaccionaría tu piel ante el producto. Si se irrita debes desechar la idea de ponértelo en la cara.
El uso habitual
No obstante, cuando comiences a aplicarlo en casa, ve observando cómo responde tu piel ante estos peelings. No lo hagas dos días seguidos, por ejemplo, y si estás probando varios para ver cuál te da mejor resultado deja pasar un tiempo prudencial entre uno y otro.