¿Tú tampoco puedes prescindir de los aparatos de calor? ¡No eres la única! Sin embargo, el secador, las planchas y las tenacillas, entre otras herramientas de este tipo, no son nada buenas para nuestra melena, especialmente si las utilizamos a diario. Por eso, es importante seguir una serie de buenos hábitos para conservar una melena sana.
Para echarte una mano, hoy vamos a darte un montón de consejos súper prácticos para utilizar los aparatos de calor en el cabello. ¿Te apetece acompañarnos?
Evitar en caso de tener el cabello dañado
Aunque pocas mujeres lo hacen, lo cierto es que es importante que evites los aparatos de calor si tienes el cabello dañado o seco, ya que lo único que conseguirás es que se estropee aún más. Si aún así lo haces, no dudes en utilizar protectores térmicos específicos para el pelo, ya que estos lograrán que tu melena reaccione mejor al calor, en algunos casos dejándola hidratada, suave y luminosa. Además, algunos de estos productos también facilitan el peinado y ayudan a preservar el peinado más tiempo.
Ten en cuenta tu tipo de cabello
Por otro lado, es importante que antes de utilizar las planchas, el secador y las tenacillas tengas claro cuál es la naturaleza de tu cabello. Así, debes saber que para cabellos finos o debilitados lo mejor es que los aparatos no sobrepasen los 180 grados. En cambio, si tienes la melena rizada u ondulada, puedes permitirte subir la temperatura hasta los 210 grados.
Con el pelo seco
Cuando se trata de utilizar planchas o tenacillas, lo más recomendable es hacerlo con el cabello totalmente seco, por mucho que algunos aparatos puedan usarse sobre el cabello mojado. En cuanto al secador, es mejor que antes de usarlo retires la humedad con una toalla, aunque nunca frotando. Además, siempre que sea posible, es mejor dejar secar el pelo al aire libre.