El perfume forma parte de nuestros rituales de belleza diarios. Hay muchas personas que no pueden salir de casa sin utilizarlo y, por eso, los consejos de hoy van dedicados a las fragancias, a cómo aprovecharlas mejor y conseguir que sean más duraderas, para que se prolongue el aroma en tu piel durante el máximo de tiempo posible. Porque el olor de una persona dice mucho de ella, es también parte de su encanto.
No hay que pasarse
Para que el perfume se mantenga bien durante el máximo tiempo posible y el aroma que se desprenda sea el adecuado, no debes pasarte en su aplicación. Es verdad que hay fórmulas más suaves que permiten aplicar un poco más de producto, pero nunca es bueno pasarse. En el equilibrio está siempre el acierto.
¿Dónde ponerlo?
Dicen los expertos que el perfume hay que ponerlo en las zonas donde late el pulso: en las muñecas, detrás de las orejas, detrás de las rodillas o en la clavícula. En estos lugares la temperatura del cuerpo es más elevada y, en consecuencia, tardará más en evaporarse.
Factores externos que influyen
No a todas las personas les dura el mismo tiempo el perfume en el cuerpo. Dependerá del ph de su piel, de la sudoración, de la alimentación… Eso sí, si quieres conseguir que permanezca contigo el máximo de tiempo posible, evita ambientes con un exceso de humo de tabaco o con demasiado calor seco, puesto que la calefacción, por ejemplo, puede hacer que la humedad natural de tu piel se evapore más rápidamente y con ella también la fragancia que la acompaña.
Tipo de piel
El perfume permanece más tiempo en la piel grasa que sobre la seca, por este motivo, es recomendable que la mantengas limpia y perfectamente hidratada en el momento de aplicarlo. Si encuentras una crema hidratante de la misma línea sería perfecto, aunque una con aroma neutro también puede valer. Conseguirás retener el olor durante más tiempo.