Uno de los tratamientos más utilizados para la eliminación del vello es la depilación laser, que consiste en proporcionar pulsos de luz láser sobre la zona que se quiera depilar. Esta luz penetra en la piel, eliminado los folículos pilosos (las raíces de los pelos) y dejando la superficie intacta. Aunque las sesiones suelen ser indoloras, el paciente puede llegar a sentir molestias en los tratamientos muy extensos. En cada cita se elimina todo el vello de la zona tratada, pero solo un 20% aproximadamente, se destruye de forma permanente. Suele reaparecer al cabo de mes y medio, pero va disminuyendo su presencia con el transcurso de las sesiones.
A pesar de que cada vez existe más información sobre este tipo de tratamientos, hoy queremos hablarte de algunas de las mentiras que siguen circulando sobre la depilación láser. De esta manera, no podrán tomarte el pelo.
El vello no desaparece para siempre
Es importante que sepas que a pesar de lo que puedan prometer algunas clínicas, la depilación láser tiene una efectividad del 90%, por lo que no se puede asegurar que los resultados sean permanentes. Eso sí, con cada sesión el vello crece menos, más débil y más claro. La zona facial suele requerir alguna sesión de tratamiento pero en zonas como ingles o piernas, si el vello no ha vuelto a crecer en los siguientes 7 meses, probablemente no volverá a aparecer.
Cuatro sesiones son suficientes
Otra de las mentiras que se dicen de la depilación laser es que con cuatro sesiones el vello deja de salir. Sin embargo, lo recomendable es realizarse una sesión cada cinco o seis semanas. Aún así, no se puede predecir el número de sesiones que se requieren ya que depende de la zona y del color y grosor del vello.