Consejos para conseguir unas cejas perfectas


Las cejas pueden decir mucho de nosotras, son vitales para nuestra expresión y son de hecho uno de los transmisores de nuestra propia personalidad. Aunque este año parece que la tendencia es dejar las cejas algo anchas, cada tipo de rostro se ve favorecido por una depilación más o menos fina en función de sus características.

En realidad, la clave de unas cejas bien depiladas está sobre todo en no modificar drásticamente la línea natural para mantener los rasgos de identidad. Sin embargo, no cambiarla radicalmente no significa que no puedas hacer unas pequeñas modificaciones para cambiar el aspecto con el que algún tipo de cejas nos pueden encasillar.

En este sentido, por ejemplo, evita llevar las cejas caídas, pues dan un aspecto de tristeza. Para eliminarlas debes quitar los pelitos de los extremos y procurar mantener una forma ascendente peinándolas con un lápiz o con los dedos, si no tienes otra opción.

Como ya sabrás, unas cejas de forma demasiado redondeada darán la impresión de que vas sorprendida todo el día; intenta dejar la parte interior más ancha que la exterior, levanta la parte exterior y alárgala con el lápiz.

Si tienes las cejas rectas la solución es fácil, pues sólo deberás depilar la parte inferior del exterior de la ceja de forma ascendente para conseguir una mejor expresión.

Lleves más o menos anchas las cejas, la forma que más favorece es la ascendente, aquella en que la ceja comienza más baja, después asciende ligeramente y hacia la tercera parte de la ceja (cerca del exterior) vuelve a descender. La fotografía es un buen ejemplo.

Algunos trucos previos a la depilación pueden ser anestesiar la zona con un hielo o realizarla tras la ducha, cuando resulta más fácil la depilación con pinza.

Recuerda que la forma y el grosor deben ir bien con los rasgos de tu rostro, de modo que ve depilándote progresivamente y analizando aquellos puntos que crees que deberías corregir.

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