Durante el verano siempre solemos cambiar muchos de nuestros hábitos, como por ejemplo los alimenticios o también los capilares. Mucha gente comete el fallo de pensar que el cabello hay que cuidarlo menos durante el verano, especialmente en lo que a tintes se refiere ya que con tanta playa no luce bien y no merece la pena. Eso para nada es cierto, de hecho, en verano es quizás cuando más cuidados necesita ya que es cuando está más expuesto a factores como el sol o el salitre.
Lo ideal es que cuando comience el verano te des el tinte y te cortes las puntas para poder afrontar los meses de sol con el pelo en perfecto estado, evitando así que se estropee más de lo debido si no le prestas mucha atención en los siguientes meses. Si lo has preparado previamente, será mucho más fácil que recupere su esplendor cuando acabe el verano y vuelvas a la rutina del resto del año. Si te vas a ir de vacaciones, pasa antes por la peluquería para retocarte el color y sanear las puntas, tu cabello lo agradecerá.
En cuanto al tinte, lo mejor es que te pongas un tono más oscuro del habitual ya que cosas como el cloro, el salitre o el sol siempre tienden a aclararlo un poquito. Lo ideal sería que en la peluquería pudieras aplicarte un tratamiento de color para que se conserve en buen estado y tu tono dure más tiempo por mucho que te expongas al sol. También hay un tipo de tinte que es más suave ya que está hecho a base de agua y que resiste más de 20 lavados, perfecto si durante esta época te lavas la cabeza con mayor frecuencia.
También hay en el mercado potenciadores del color, que son muy buenos para utilizar entre tinte y tinte, especialmente si dejas pasar entre ambos más tiempo del habitual. Estos potenciadores pueden ser en champú o mascarilla y te ayudarán a darle vida al color, especialmente si tu cabello es rojizo o cobrizo. Si eres rubia, utiliza productos de lavado especiales para tu tono ya que con el sol se podría volver algo verdoso, y éstos productos suelen tener antioxidantes y ayudan a conservar mejor el color.