Las manos no son el espejo del alma, pero si nuestra carta de presentación con el resto de personas. Unas manos descuidadas perjudicarán sin duda nuestra imagen por buena que sea, mientras que unas manos finas y suaves darán una perfecta impresión de nosotras.
Con la edad, sin embargo, las manos necesitan algo más que los cuidados básicos que a veces ni siquiera les hemos dado; piensa cuántas veces les habrás puesto crema solar, hidratantes o las has protegido debidamente de factores externos como los químicos o el frío y te darás cuenta de lo normal que es que año tras año luzcan peor.
Es posible que las cremas específicas puedan ayudar a dar algo más de frescura y suavidad a tus manos y también a eliminar las imperfecciones (como manchas y bultos), pero debes tener claro que no existen las fórmulas milagrosas.
Por suerte hoy en día existen técnicas para acabar con el mal aspecto de unas manos envejecidas para dotarlas de una nueva vitalidad.
En cuanto a las manchas, la luz pulsada es la mejor opción para que atenuarlas o hacerlas desaparecer. Además, con este tratamiento mejora la textura y la calidad de la piel dándole un aspecto más liso e hidratado.
Si lo que quieres es acabar con un aspecto delgado y excesivamente fino que marca demasiado las venas y deja arrugas por todas partes, lo que debes conseguir es más volumen en las manos que eviten todos estos efectos. Puedes elegir tratamientos con diferentes productos, entre los que se encuentran el ácido hialurónico, el colágeno o la hidroxiapatita cálcica; éstos son introducidos bajo la piel con unas finísimas agujas que dan más volumen a la piel y mejoran su elasticidad e hidratación. Es un proceso rápido e indoloro que sin duda te hará notar el cambio durante por lo menos un par de años.
No debes temer a estos tratamientos, pues de ninguna manera son como las operaciones de estética. Eso sí, infórmate en diferentes centros y exige garantías.