Estar guapas no depende solamente de la suerte que hayamos tenido cada una con la herencia de genética, ya que he conocido niñas muy monas que no tienen ningún atractivo así como otras menos agraciadas que siempre consiguen ser el centro de todas las miradas. Esto demuestra que la belleza es algo más que innata y que puede ir en aumento o disminución en función de los cuidados que te realices de un modo habitual.
En este sentido debo empezar por recordar la importancia de beber bastante agua a diario, ya que es un método infalible para eliminar toxinas e hidratar la piel, algo que siempre evitará el envejecimiento prematuro de la misma. Del mismo modo necesitas hacerte con una rutina diaria de belleza y convendría complementarla con al menos 1 ó 2 visitas anuales a un centro especializado, de modo que después tú sólo debas encargarte de conservar los tratamientos de belleza para el rostro a modo de mantenimiento.
Los puntos en los que yo recomiendo que te centres y hagas hincapié son 2 básicamente y consistirían en mantener la piel limpia e hidratada por un lado, y ocuparte de manera especial de la zona del contorno de los ojos. Este último dato es muy importante porque es donde antes se refleja el paso del tiempo por ser una zona muy sensible a la aparición de arrugas y líneas de expresión. Del mismo modo, también puede deslucir bastante tu aspecto si no combates bolsas y ojeras.
En el mercado actual de la cosmética tienes marcas que han lanzado unos parches que se dedican al cuidado específico de esta zona y que son de gran ayuda para devolverle a tu mirada el color y el resplandor que necesita para tener siempre el deseado efecto de buena cara. También puedes utilizar gafas de gel para evitar el cansancio ocular a nivel físico e interno.