¿Eres una fan de los ojos ahumados? Pues no te pierdas cómo aprender a aplicar esta técnica con los colores más estivales como los tonos tierra y los dorados, ¡quedan perfectos en las pieles bronceadas!
Debes reservar los smokey eyes en negro para los meses más fríos del año o para las salidas nocturnas, pues pronto llegará el buen tiempo y, en general, los maquillajes más naturales y menos recargados serán los que más luzcan y más nos favorezcan.
Por eso, esta vez necesitarás una sombra dorada de un tono intermedio, otra algo más oscura, una sombra muy clarita y nacarada, un perfilador de ojos en marrón o negro y una buena máscara de pestañas.
Si estás bronceada no es necesario que apliques demasiado corrector ni base de maquillaje sobre la piel, pues puede notarse la diferencia de color y resultar de lo más antiestético.
Aplica la sombra clarita (de color hueso o marfil, por ejemplo) por todo el párpado, haciendo especial hincapié bajo el arco de las pestañas para iluminar, agrandar y abrir más la mirada.
El siguiente paso es aplicar la sombra dorada intermedia sobre la línea de las pestañas superiores y también en el pliegue entre el párpado superior y el móvil, sobre la zona del hueso. Con la sombra dorada más oscura puedes dar intensidad a la zona exterior del ojo, donde el trazo se abrirá ligeramente hacia el exterior dirección a las sienes.
Perfila la línea de las pestañas con eye liner o pincel marrón oscuro para dotar de más intensidad a la mirada, y acaba aplicando un buen rimmel en color negro.
Da un toque a los pómulos con un rubor en tonos tierra con matices dorados, ¡y serás la reina de la fiesta!