Los pies son una de las partes del cuerpo que más suelen sufrir. El uso de un calzado inadecuado y las constantes rozaduras con éste provocan una sequedad en los talones difícil de evitar. A nadie le gusta tener los pies resecos, tocarlos y notarlos ásperos es una sensación rara, sobre todo si minutos antes te los has embadurnado de crema hidratante.
Los pies se deberían cuidar durante todo el año, no solo en verano. Si bien es cierto que cuando llega el estío sacamos las sandalias del armario y les damos más protagonismo que en otras épocas. Por eso, fíjate bien en los remedios caseros que te proponemos contra los talones resecos.
Usar a diario la piedra pómez
Uno de los rituales de belleza que deberías hacer a diario es raspar los talones con una piedra pómez. Lo más aconsejable es realizar esta tarea ras una buena duña o después de haber mantenido durante un tiempo los pies a remojo. Así los talones estarán más blandos y podrás proceder con más facilidad.
Una vez hayas pasado la piedra pómez por tus pies, puedes seguir echándote una crema hidratante para pies y esperar a ver si funciona o recurrir a otros remedios caseros. Entre ellos está el uso de una fruta rica en potasio como es el plátano. Machaca este alimento y aplica la mezcla sobre los talones. Deja la mezcla durante unos 15 minutos y después retírala con agua tibia. Repite el tratamiento al menos una vez por semana.
Otra solución para tratar los talones resecos pasa por recurrir al agua de rosas. La comercializan en muchas tiendas de cosmética, por lo que no te será difícil encontrar un frasco. Pero esta agua no se aplica sola, sino que la tienes que mezclar con unas gotitas de glicerina. Aplica la pasta sobre los talones durante unos minutos, después retírala con agua y cuando vayas a acostarte ponte calcetines para que los residuos de la mezcla puedan actuar mejor.