Las pieles grasas son ya de por sí un problema durante todo el año, pero lo cierto es que es en verano cuando el problema se agrava haciendo que la piel parezca estar derritiéndose a causa del agobiante calor estival.
Esto se debe básicamente al exceso de sebo que se produce en tu cutis sumado al hecho de que, con mucha humedad o temperaturas demasiado elevadas, tus poros se dilatan dejando más visibles los antiestéticos brillos que en verano no parecen abandonar tu piel.
Precisamente por todo esto debes aprender cómo mantener tu piel en el mejor estado posible durante estos meses, algo que conseguirás con esfuerzo, paciencia y constancia. Presta atención a lo que te contamos, ¡y ayuda a conseguir el equilibrio de tu piel!
– Limpia tu piel con aguas micelares o lociones astringentes, por ejemplo, productos que ayuden a retirar las impurezas sin sumar todavía más grasa a la piel.
– Evita cualquier tipo de productos oleosos, desde las cremas hidratantes hasta los protectores solares. En este sentido, los mejores cosméticos son aquellos más ligeros acuosos o en formato gel.
– Mantén la higiene diaria con los consejos para pieles grasas más habituales.
– La exfoliación del cutis una vez a la semana es también fundamental, y es que el hecho de que con el calor los poros estén más abiertos supone que los mismos irán recogiendo cualquier resto de polución y polvo del ambiente ensuciando la piel. Para evitar que los poros se taponen no olvides realizar este tratamiento en casa.
– En lo que al maquillaje se refiere, lo mejor es que te hagas con un buen neceser de cosméticos waterproof de aquellos que no desaparecen con el agua y por tanto tampoco con la sudoración de la piel.
– Por último, evita las bases fluidas y apuesta por el maquillaje en polvo, pues sentirás la piel más ligera y con menos humedad.