Mitos sobre el cabello


No cortarlo durante la menstruación, no lavarlo a diario, arrancar una cana… como en muchos otros ámbitos de la belleza y de la salud, existen un montón de mitos alrededor de las cuestiones relativas al cuidado del cabello.

A pesar de que algunas de estas cuestiones sí que pueden tener una base sobre la que asentarse, otras que se dan por buenas lo hacen sencillamente por la confianza en ese traicionero sistema del boca a boca que a menudo se trasmite de generación en generación. ¿De verdad crees todo lo que escuchas?

Estos son algunos de los mitos más habituales entorno al tema del cabello:


Cortar las puntas: se dice que sirve para que el pelo crezca más rápido, aunque esto no tiene demasiado sentido si pensamos que poca relación deben tener las puntas con la raíz. Eso sí, sanearás el cabello, mejorarás su aspecto y evitarás que las puntas se abran más todavía.

Cortarlo en luna llena: historias de abuela de las que debes comenzar a olvidarte, y es que esto es tan poco creíble como que el hombre lobo nos acompañará a la peluquería.


No lavarlo cada día: completamente falso, y es que lo que puede debilitar nuestro cabello no es el agua sino los productos que utilizamos para ello y los posteriores utensilios de secado para peinarlo. Puedes hacerlo a diario siempre que utilices champús poco agresivos y siempre adecuados a tu tipo de cabello.

Prohibido arrancar canas: ¿por qué motivo? Cada pelo tiene su propia raíz y su propio folículo piloso, por lo que arrancar una no tiene por qué influir en la aparición de nuevas.

100 cepillados diarios: no solo no es cierto, sino que además es un completo error que provocará que te arranques un montón de pelo sin necesidad y que contribuyas a romperlo o a abrir las puntas. Bastará con dos o tres cepilladas para desenredarlo y algunos masajes para activar las glándulas sebáceas, que son las que ayudan a nutrir el cabello.

A partir de ahora déjate de cuentos de abuela… ¡y dedícate a cuidar tu cabello como es debido!

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