Si el verano es la época del año para los tonos claros, naturales y para los más llamativos, el otoño y el invierno se caracterizan por el uso de los colores más oscuros para dar un halo de misterio y sofisticación a nuestro aspecto.
Es en las ocasiones nocturnas cuando este cambio es más visible: los tonos naturales pasan a un segundo plano para dar el protagonismo a los colores oscuros, a los tonos más sexys, a los brillos o a las técnicas de maquillaje más extremadas, por ejemplo.
Un buen maquillaje de noche puede hacerte deslumbrar… ¡Sigue las guías que te damos en este artículo!
Como siempre el primer paso es escoger una base de maquillaje y correctores que se adapten a la perfección a tu tono de piel o a las imperfecciones que debas cubrir.
A partir de ahí es cuando debes pensar en maquillarte para estar brillante, y nunca mejor dicho: escoge una paleta de sombras de ojos en tonos plateados y grises de distintas intensidades y a poder ser con texturas un poco brillantes (con más o menos efecto purpurina según tus gustos).
Puedes utilizar estos tonos sobre tus ojos combinando dos tres colores sobre ellos (intensidad clara, media y alta), ya sea con la técnica de los ojos ahumados (smokey eyes) o sencillamente iluminando el párpado superior y el lagrimal con una sombra clarita y aplicando seguidamente y por orden la de tono intermedio tipo gris y finalmente la de color plomo.
También puedes utilizar una única sombra muy oscura y brillante sobre el párpado móvil, lo que acentuará más tu look nocturno aunque probablemente pueda hacer más pequeños tus ojos.No olvides perfilar tus ojos con eye liner (en la línea superior, en la inferior o en ambas) y aplicar una buena capa de máscara de pestañas.
En cuanto a las barras de labios, apuesta por los colores nude que den el protagonismo a tus ojos o conviértete en toda una femme fatale con unos labios en rojo pasión o color borgoña.