Para una estrella de la música, el cine y/o la televisión, una entrega de premios siempre es el momento ideal para lucir palmito y sacar del armario las mejores galas, llegando incluso a plantearte, en muchas ocasiones cuál será el modelo elegido. Pues bien, esta duda ya no es dilema para Selena Gómez, la joven artista de la factoría Disney que ejerció de anfitriona en los Premios MTV Europe Music Awards.
Que no se qué ponerme… pues me lo llevo todo. Unos dicen que 7, otros que 9, pero en cualquier caso, más de media docena de veces cambió de vestuario la flamante novia del chico de moda, Justin Bieber. Eso sí, muy mona siempre, unas veces más juvenil e informal, otras más seria y recatada, pero monísima siempre.
La alfombra del Odyssey Arena de Belfast la cruzó con un vestido de encaje en blanco roto, que combinaba con partes estratégicamente transparentes. Luego dentro, ya se la pudo ver con vestidos largos en dorado, con otros cortos y abombados, así como también lució pantalón pitillo largo y mini shorts, todo ello en diferentes texturas, brillos y estilos.
El maquillaje fue siempre el mismo, algo que, personalmente me gustó mucho, puesto que Selena lleva un tiempo decantándose por un estilo muy natural y juvenil, a pesar de acudir a eventos nocturnos o ir vestida de gala. Una base nude a la que da rubor con un colorete melocotón en forma circular, ojos delineados en negro, con dos capas de rímel y sin juego de sombras, y tonos naturales en los labios, dentro de la gama de los rosados.
En cuanto al pelo, Selena acudió con su larga melena con raya al medio un poco ladeada, y suelta, a modo de ondas, cayéndole casi en su totalidad sobre uno de sus hombros, como una coleta baja. Una vez dentro, combinó a la perfección cada peinado con el modelo que llevaba, así que pudimos ver la melena suelta por completo, o con el mechón frontal retirado hacia atrás; así como también hubo ocasiones en que lució un discreto moño bajo que daba protagonismo a los primeros planos, puesto que parecía lucir media melena.