Iluminador: tipos y formatos para aportar luz al rostro

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Un rostro luminoso da sensación de bienestar, alegría y felicidad. Además, también hace parecer más joven. Cuidar bien la piel es esencial para tener esa luz de forma natural. También hay ocasiones en las que es necesario recurrir a cosméticos. Y, ¿qué cosméticos se pueden emplear? La clave está en el iluminador. Un producto del que hay diferentes formatos y texturas. Toma nota de estas que te proponemos para que aportes esa luminosidad al rostro en pocos segundos.

Cosméticos

Uno de los productos esenciales es el iluminador. Y aquí se puede optar por el formato polvo porque tienen una textura fina y muy sedosa. Además, son fáciles de aplicar con la ayuda de una brocha. Cuando se eligen en un tono dorado, son muy favorecedores, sobre todo, si se tiene la piel cálida.

El formato en stick tiene la ventaja de que es muy deslizante. Esto facilita a su vez que sea fácil de difuminar con los dedos, integrándolo o fundiéndolo totalmente con la piel. Dentro de este grupo de iluminadores, una buena opción son los que incorporan ceras naturales y perlas multirreflectantes porque se consigue aportar luz, pero con un acabado natural.

Los iluminadores en formato cremoso y transparente son otra alternativa a valorar. En este caso, están indicados en aquellos casos en los que solo se necesita un acabado glowy y que no aporte color. El acabado tiene un bonito tono irisado, que se funde con a la perfección con la piel.

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Otra opción es el iluminador en pincel líquido. La ventaja de este formato es la gran precisión que se consigue. Además, muchos de ellos tienen la ventaja de ser a su vez correctores. Otra particularidad a tener en cuenta es que estos cosméticos se lanzan en una amplia variedad de tonos para elegir el que mejor se adapta a cada tipo de piel y necesidad.

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