Las costumbres, los consejos del ‘boca a boca’ y los anticuados consejos son los responsables de gran parte del desconocimiento del mundo de la belleza por parte de las mujeres.
Es de este modo que se crean falsos mitos de belleza en todos los ámbitos, desde el maquillaje hasta las depilaciones, el bronceado y los cuidados faciales.
Precisamente de estos últimos queremos hablarte hoy, y es que en lo que a limpieza facial se refiere muchas todavía estáis muy verdes…
Estos son algunos de los más populares:
– Las pieles sensibles no pueden utilizar demasiado los productos limpiadores. En realidad sí que pueden hacerlo siempre y cuando escojan aquellos cosméticos adaptados a su tipo de piel, sin conservantes ni ingredientes potencialmente irritantes.
– No es necesario utilizar tónicos: Otro error muy común, pues este producto es fundamental para una limpieza facial perfecta que aporta luz y suavidad además de eliminar todos los restos de los anteriores productos.
– Los tónicos irritan la piel. No tienen por qué hacerlo si eliges los que se adapten a las necesidades de tu piel. Utiliza los más astringentes para pieles grasas, los hidratantes para las normales y los calmantes sin alcohol para las secas o sensibles.
– Tras limpiar el cutis debemos esperar para aplicar otro producto. Es cierto que algunos productos se llevan parte del manto hidrolipídico de la piel (le restan humedad) cuando no deberían hacerlo, pero precisamente por eso es necesario que utilices algunas cremas hidratantes para revitalizarlos. Si los productos son buenos y respetan el manto hidrolipídico también puedes realizar otros tratamientos sin problemas.
– Las leches desmaquillantes engrasan las pieles con acné. No lo hacen si están bien elegidas: escoge productos suaves que regulen en sebo y las bacterias.
– Las toallitas desmaquillantes son la solución más rápida y eficaz. Es completamente falso, pues no solamente no limpia la piel en profundidad sino que además nos obligará a frotar más veces (por su poca cantidad de producto) pudiendo irritar de este modo nuestra piel.