Uno de los dichos populares más oídos en estética es el de que “a cierta edad debemos elegir entre cara o culo”, y esto se refiere a que llega un momento en el que si nos planteamos adelgazar, estaremos muy bien de tipo pero nuestro rostro lo acusará arrugándose a causa de esa delgadez. Para evitar que esto suceda, es importante seguir un plan que reúna una dieta equilibrada que te aporte los nutrientes que la piel necesita para combatir la flacidez, evitar malos hábitos y ayudarse de la cosmética más específica para esta etapa.
En cuanto a la dieta, los nutrientes que necesitas para ayudar a tu piel desde el interior son:
– Silicio: mantiene la estructura de los tejidos. Lo tienen los cereales integrales y la fibra.
– Magnesio: ayudan a las células a luchar contra la edad. Está en frutos secos y chocolate (en pequeñas dosis, 1 ó 2 veces por semana).
– Colágeno: aporta flexibilidad y firmeza a la piel. Se halla en el pescado, principalmente en la piel.
– Omega 3 y omega 6: mantienen la piel nutrida y elástica. Está en el pescado azul y frutos secos.
– Coenzima Q10: reduce el aspecto de fatiga y aporta energía a la piel. Lo encontrarás en sardinas, cacahuetes y espinacas.
– Vitamina A: ayuda a que las células se regeneren. Está en la yema de huevo, lácteos, frutas y verduras.
– Vitamina C: también regenera y ayuda a la formación de colágeno. Se encuentra en pimiento verde, brécol, fresas, cítricos, tomate, y espinacas.
– Vitamina E: favorece la circulación sanguínea. La tienen el aceite de oliva y el de girasol, así como las avellanas y almendras.
En cuanto a hábitos, los que todas ya conocemos: evitar alcohol y tabaco, trasnochar y permanecer al sol mucho tiempo y sin protección. Y en lo que a cosméticos se refiere, la base siempre es una buena hidratación, reforzada por cremas que también contengan colágeno. Del mismo modo, debemos dedicar 5 minutitos diarios a aplicar los tratamientos correspondientes con unos masajes adecuados que ayuden a reafirmar la piel.