La comodidad que nos ofrece la depilación con cuchilla nos hace optar por este método, generalmente, para ahorrar tiempo. Pero para que la piel no se irrite demasiado y no sufra los efectos de este afeitado es necesario evitar ciertos errores que cometemos al rasurarnos y que quizá no nos estamos dando cuenta. Te cuento cuáles son para que los identifiques y trates tu piel como se merece.
Afeitado en seco
Cuando vayas a depilarte hazlo en la ducha, con agua y con jabón, o con algún gel especial de depilado. Así la cuchilla se deslizará con más suavidad por tu piel y evitarás cortarte y que tus piernas se irriten demasiado.
No hidratarte después
Es importante que te hidrates bien cuando termines de rasurarte. La piel recién afeitada tiende a resecarse y solo así la vas a mantener bien cuidada, evitando enrojecimientos provocados por la irritación que puede surgir al terminar.
No cambiar de cuchilla a menudo
Si te depilas con mucha frecuencia deberás cambiar la cuchilla por lo menos una vez a la semana. Si te rasuras con una cuchilla desgastada puedes dañar e irritar tus piernas. Si no la usas muy a menudo calcula una vida útil de entre 5 y 10 usos. Además de afectar negativamente a tu piel puede traer bacterias.
Afeitarte con prisa y sin cuidado
Un error frecuente que tienes que evitar es rasurarte a toda prisa, ya que de esta forma solamente conseguirás cortarte y encima dejarte vello sin quitar. Dedica tiempo y hazlo con tranquilidad, con pasadas suaves y delicadas que te ayudarán a eliminar todo el pelo y a hacerlo cuidando tu piel.
No exfoliar la piel previamente
Antes de rasurarte es aconsejable que exfolies la piel para eliminar las células muertas y lograr que la depilación sea más sencilla y efectiva.