Tú también estabas deseando que llegara el verano, ¿no? Esta época es, sin duda, la más alegre y podemos hacer cantidad de actividades que otras estaciones no nos permiten. Una de las cosas que más nos gusta hacer a la mayoría es ir a la playa o, en su defecto, a la piscina. Darse un bañito para aliviar las altas temperaturas y tomar el sol para coger un poco de color en la piel es uno de los mejores placeres de la vida. Sin embargo, todas solemos cometer algunos errores a la hora de exponernos a los rayos del sol.
En primer lugar, muchas de nosotras nos aplicamos el bronceador en el momento de llegar a la playa o a la piscina. Sin embargo, ésta tarda al menos 20 minutos en reaccionar con la piel para desplegar toda su eficacia. Por tanto, lo mejor es que te la apliques antes de salir de casa. Además, es esencial que seas muy generoso a la hora de aplicar el protector.
Muchas de nosotras también cometemos el error de aplicarnos la crema protectora sólo una vez. Sin embargo, el sudor, el roce con la arena y la toalla, el agua y el contacto con la ropa provocan que la crema se vaya. Por eso, deberás ser reiterativa.
Otro error común es pensar que como nuestra piel ya está bronceada, no es necesaria la protección. Aunque las pieles más morenas resisten más y mejor al sol y no sufren de quemaduras, siguen sufriendo los efectos negativos de la radiación solar. Las arrugas profundas, manchas de pigmentación y una tez áspera y gruesa, son algunas de las consecuencias de no protegernos de los rayos solares.
Sigue nuestros consejos y conseguirás mantener tu piel totalmente protegida este verano.