Dicen que “para gustos colores, y para jardines, flores”, y esto es lo primero que se me ha venido a la mente al enterarme de que la revista “Men´s Health” ha elegido a la actriz Jennifer Aniston como la mujer más sexy de la historia, desbancando a otros iconos sexuales tan merecidos como Angelina Jolie o la mismísima Marilyn Monroe.
En este punto podríamos debatir el significado que cada uno puede darle a la palabra “sexy”, puesto que es un término que implica mucha sensualidad y, siempre bajo mi opinión, Jennifer carece completamente de ella. Si ya hablamos de ser guapa, estilosa, moderna, y convertirse en un referente de la moda a seguir, pues sí, ahí les doy la razón, pero yo no le veo el puntito erótico por ningún sitio, puesto que considero que está extremadamente delgada, y la sensualidad de una mujer lleva implícita una continua línea curva.
Jennifer Aniston tiene un estilo muy fresco y juvenil, que poco le hace aparentar los 42 años que tiene, puesto que sigue una línea muy típica de “niña bien”, y generalmente acierta en la elegancia de su vestuario, tanto en actos sociales como en salidas privadas. Uno de los puntos clave de su atractivo es el tono dorado perfecto que siempre logra en sus mechas, que en mi opinión, siempre son de las mejor logradas, por tener buen tono, repartición, y mucho brillo.
Una bonita y cuidada melena que siempre viene algo hacia la cara, un truco muy recurrente para Jennifer, puesto que tiene las facciones muy cuadradas. Otra forma de disimularlas es con el maquillaje, aplicando el colorete en puntos estratégicos que le perfilen el rostro, a la vez que llama la atención sobre otros puntos aportando luz sobre ellos con el iluminador. El resto de su técnica se basa en conseguir un efecto “cara lavada”, que siempre quita un poquito de edad.