El mundo de la moda nos ha dejado en las últimas décadas nombres de mujeres de gran fama mundial. De la pasarela al mundo de la publicidad es el salto que nos acerca su rostro cada día a nuestros hogares. Bien sea a través de campañas televisadas o en prensa, poco a poco nos vamos haciendo con las caras de estas chicas que consiguieron destacar y no ser una más de tantas jóvenes que desfilan.
El boom de las modelos estalló a finales de los años 80 con la incorporación de bellezas tan reconocidas como Claudia Schiffer o Cindy Crawford, ya en los 90. Años después ese tipo de mujer proporcionada y con aspecto de buena salud fue dando paso a otros estilos más desafortunados como el aspecto demacrado y anoréxico de Kate Moss. Una tendencia que cosechó numerosas críticas, incluidas las constantes polémicas noticias sobre su vida privada.
En la actualidad hay otros 2 estilos de mujer que se están convirtiendo en las modelos más demandadas en las pasarelas de mayor repercusión mundial. Por un lado está la búsqueda constante de una diva de porcelana que refleje la finura y fragilidad tan femenina que quieren destacar los principales modistos de esta época. Mujeres como Shu Pei Qin, Ming Xi o Fei Fei Sun son las más valoradas del Lejano Oriente y sus rasgos tan característicos empiezan a copar las campañas publicitarias de las primeras marcas.
Por otro lado, Chanel Iman, Jasmine Tookes y Melodie Monrose tratan de hacerse con el título de nueva “diosa de ébano” que hasta ahora siempre ha sido posesión única de la incombustible Naomi Campbell. Mujeres de curvas espectaculares, pómulos esculpidos y labios exuberantes que tratan de devolver a las pasarelas el paso fuerte y firme de una mujer tan atractiva como bien contorneada.